Raquel Landín: "Un corredor sin motivación no es nada"
Por Luis Blanco para carreraspopulares.com
Raquel Landín es atleta, entrenadora y coach deportivo. También colabora con CarrerasPopulares.com. Vivió una de sus experiencias más intensas cuando visitó Kenia y convivió con los mejores atletas del mundo. Algo que reflejó en un libro: "Alcanzando metas. Iten, donde se forjan campeones". En esta entrevista, hablamos sobre el libro y sobre lo que debe motivar realmente a los corredores.
-Tu libro "Alcanzando metas" es más que un relato sobre un viaje a Kenia. ¿Cuál es el mensaje principal que intentas transmitir?
El libro tiene varios hilos conductores, uno de ellos, el principal, es el que se centra en ellos, en los mejores corredores de medio fondo y fondo del mundo. Busca mostrar a los lectores lo que día a día realizan una y otra vez estos atletas, superarse a uno mismo y superar los obstáculos que se les presentan en su camino es solo cuestión de actitud.
Es increíble ver el esfuerzo, la humildad o el compañerismo con el que conviven estos corredores. Trabajar duro es su pan de cada día. Por suerte o por desgracia, todavía no forman parte de ese porcentaje de sociedad absorbida por el consumismo y su modo de vida, inmerso en la más profunda sencillez, acaba haciendo de ellos lo que son, los mejores.
Yo busco transmitir esa fuerza de lucha. En primeras sociedades como la nuestra, la cultura del esfuerzo queda muy en el olvido, nos quejamos hasta por las más pequeñas ridiculeces. Cuando uno viaja continuamente a lugares menos afortunados como es Iten, convive con su gente -que amablemente te ofrece lo poco que tiene sin pensar en que tú tienes muchísimo más de lo que ellos te pueden ofrecer- te das cuenta (y no quiero ofender a nadie), de que somos unos egoístas, necesitamos volver a la cultura del esfuerzo.
-¿Qué fue lo que más te llamó la atención en tu viaje?
Acostumbro a realizar viajes en plan mochilero sobre todo a países orientales. Cada uno de ellos me ha regalado vivencias y visiones de la vida únicas, pero Kenia fue muy especial, es el país que alberga a los mejores atletas del mundo, no podía pasar desapercibido.
Cuando decidí viajar a Iten, no sabía muy bien qué me iba a encontrar, pero eso me pasa siempre, son viajes marcados por la incertidumbre. Desde mi llegada me sentí como en casa, todo el mundo allí corre.
Aspectos como la escasa recuperación entre las dos sesiones que realizan al día (algún día hasta tres), hacen que uno sólo vea a atletas arriba y abajo corriendo por la calle principal y caminos colindantes. Por todos los lados, eternos caminos de tierra se pierden en el horizonte. Los coches pierden el poder y paran ante los corredores para dejarles pasar. El saludo del que llega a los que ya están allí es sagrado, se conozcan más o menos, hasta a mi me daban la mano.
A pesar de entrenar en grupos muy numerosos el silencio reina entre ellos, valoran la importancia de la concentración, saben que les va a llevar a su máximo rendimiento, al igual que sus horas de descanso. No piensan en gadgets (mp3, pulsera de kcal, banda para el móvil, cinturón para el botellín) a la hora de salir a entrenar, salen como siempre se ha hecho, con lo justo y necesario: zapatillas, mallas, camiseta y a correr.
Su alimentación básica, sus humildes casitas, sus simples rutinas diarias; fueron tantas las cosas que me llamaron la atención que no me quedó más remedio que plasmarlo en un libro. Desde mi primer día allí, supe que éste viaje iba a marcar un fuerte antes y después en mi.
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-¿Qué enseñanzas te trajiste de aquella experiencia?
Todo fue enseñanza. Cuando uno viaja a un lugar tan diferente, todo es nuevo, todo es aprendizaje, siempre y cuando uno esté dispuesto a aprender. Luego uno deberá saber discernir con que quedarse.
Los valores que rigen sus entrenamientos y modos de vida son admirables. Yo siempre he trabajado muy duro por aquellas metas que he querido alcanzar y aún así ellos me han enseñado que siempre se puede dar más si de verdad se quiere. Habrá momentos o situaciones muy duras que superar, pero nada con lo que una mente fortalecida no pueda.
Estando allí, un manager de talla mundial que estaba pasando una temporada observándolos me dijo “Seguirán siendo los mejores, los únicos que pueden equipararse a ellos o vencerles, serán los atletas de países semejantes como Etiopía, Sudan o Somalia, que lo viven del mismo modo. Los atletas del resto de países como España, no están dispuestos a luchar de la manera que lo hacen ellos día tras día bajo las mismas condiciones precarias que ellos. Un atleta español no estaría dispuesto a convivir en una casa de 80m² con más de 10 atletas, comiendo lo que se pueda, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, sin ganar apenas dinero, viviendo al día, hasta conseguir triunfar como atleta y eso, si lo acaba consiguiendo”.
Nuestro mundo está muy corrompido. Sólo espero que aquel rincón mágico, a pesar de estar a escasos 45 minuto de la ciudad más cercana en matatu (autobús) no llegue a verse corrompido del mismo modo y siga manteniendo esa esencia que te cautiva.
Y todavía algún valiente se atrevió a decirme antes de viajar que "para qué iba allí, si allí no había nada y no me iban a enseñar nada”. Sí que fue atrevido sí; y muy necio también.
-La comunidad de corredores keniatas, ¿es un ejemplo de esfuerzo y sacrificio para los corredores populares de todo el mundo? ¿Por qué?
Por supuesto. Y eso que el corredor popular muchas veces equipara al corredor keniata con la facilidad, creen que por el simple hecho de ser keniatas, ya no tienen que esforzarse para correr así, cuando eso evidentemente no es cierto. El modelo de corredor keniata al que nos estamos refiriendo, corre lo que corre por su trabajo y esfuerzo diarios.
Ni mucho menos los corredores populares deben tratar de correr a sus ritmos, ni entrenar varias veces al día. Porque ni los objetivos, ni el ritmo de vida, ni el nivel de vida son los mismos. Pero sí que deberían quedarse con el modelo de valores por el que ellos se guían y tratar de aplicarlos.
-¿Cuáles son las principales cualidades que un deportista debe tener para avanzar y mejorar en su rendimiento?
Ilusión, trabajar duro, constancia, responsabilidad, paciencia y mucha humildad.
-A la hora de guiar como coach a un corredor, ¿hay diferencias si se trata de un atleta de élite o un corredor popular?
Un coach busca obtener el mayor rendimiento de su deportista. Está claro que el rendimiento de un atleta de élite deberá de ser mucho mayor que el del corredor popular, pero el proceso a seguir con ambos no tiene por qué cambiar apenas. Ambos son, al fin y al cabo, personas que buscan rendir al máximo dentro de sus contextos.
-¿Dónde se puede encontrar la motivación?
La motivación la debemos extraer de nuestro interior, pero también la podemos obtener del exterior. Teóricamente hablando, tenemos la motivación intrínseca, la cual depende de uno mismo. El corredor corre porque le gusta de verdad, porque le gusta la satisfacción que le produce, porque le gusta esa sensación de llevar su cuerpo hasta el límite, de superarse. Independientemente de lo que puedan pensar los demás u ofrecerle por ello.
Y luego estaría la motivación extrínseca, la cual no depende de uno mismo, si no que se obtiene del exterior; por ejemplo, correr tan solo por el resultado, correr por algo apalabrado, correr para que los demás te admiren.
El corredor debe centrarse y moverse a partir de la intrínseca, la extrínseca es muy peligrosa. Depender de lo que los demás digan, hagan o piensen de ti, entre otras cosas, pueden jugarte malas pasadas. Incluso alejarte de los verdaderos pensamientos de por qué uno corre.
Un corredor sin motivación no es nada, debe tener muy claro por qué corre y no olvidarlo.
Raquel Landín es atleta, entrenadora y coach deportivo
www.raquellandin.com
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