La presión ante la competición
Por Raquel Landín para carreraspopulares.com
No es fácil entrenar cada día a cierto nivel, exigirle al cuerpo y a la mente funcionar próximo a su máximo estado físico y mental casi día tras día, cuesta y mucho. Pero más cuesta plasmar ese esfuerzo en la competición.
Las competiciones vienen impuestas en lo que a lugar, día y hora se refiere por las diferentes instituciones. Puede gustarnos o puede pasar como que el lugar no nos gusta, por ejemplo, puede estar en altitud cuando uno vive y entrena a nivel del mar, puede encontrarse en zona de frecuentes lluvias y frío cuando uno es de Valencia, puede tratarse de una pista muy vieja o simplemente podemos hablar de una pista donde a uno le tocó competir ya varias veces y ninguna de ellas salió la cosa como uno esperaba.
Luego está el día, que ese casi es el factor que menos afecta porque suele tratarse en su mayoría de sábado o domingo a excepción de algunos meetings que colocan entre semana, dado que están pensados para los profesionales (los cuales no deberían ni trabajar ni estudiar, pero muchos sí lo hacemos y nos toca buscar que nos cubran para poder asistir) como es el caso del M. Iberoamericano de Huelva.
Y para acabar, está la hora a la que fijan la competición, puede estar bien, puede resultarnos muy temprano por la mañana o por la tarde, o muy tarde por la mañana o por la tarde; puede coincidir con máxima temperatura y morirnos del calor. Franjas horarias en las que nuestro cuerpo no está acostumbrado.
La cuestión, son muchos los factores que entran en juego cuando estamos hablando de la consecución de marcas personales, muchos de ellos externos a nosotros como hemos visto, con los que tenemos que lidiar y como yo siempre le digo a los míos “es igual para todos”.
Carreras destacadas
agosto 2025
09/08/2025
17/08/2025
septiembre 2025
noviembre 2025
El resultado esperado
Pero luego nos las tenemos que ver también con nuestro yo interno, ese diminuto yo que se posa en nuestro hombro simulando ser nuestro “malvado interior”. Esa presión que alimenta a esa parte nuestra que tantas malas pasadas nos ha jugado, surge cuando el deportista siente una responsabilidad sobre sí mismo, siente que debe obtener cierto resultado esperado de acuerdo a sus entrenamientos.
El deportista tiene que saber encontrarse, tiene que conocerse, tiene que saber dar con ese estado de activación adecuada (ni poca porque no va a llegar, ni demasiada porque se pasará), para eso uno debe dedicarse tiempo a conocer su interior y cómo funciona. Descartar malas experiencias y reforzar las buenas, esos serán los pasos que deberá repetir.
Tiene que estar mentalizado que frente a una competición importante. El cuerpo siempre se va a ver envuelto en una situación de estrés que debe de tener asumida porque si esta le supera, la ansiedad le desbordará.
Los deportistas creemos tener controlada la situación y casi nunca es así. El contexto donde se produce un entrenamiento y las sensaciones que te puede provocar, son muy diferentes a las que uno se enfrenta el día de la competición, por todo lo explicado al principio y mucho más, como verte rodeado de fuertes adversarios, saber que vas a tener que dar el 120% de tu máximo durante un tiempo ya considerable.
Por eso un deportista no puede olvidarse de coger experiencia en éste sentido, porque crecer en afrontamiento hacia la competición, es necesario y muchas veces frente a adversarios similares, va a ser lo que nos aporte el éxito o no. Así conseguiremos sentirnos seguros frente a las competiciones, no nos sentiremos amenazados si no que sabremos desenvolvernos con inteligencia y seguridad.