Corredores por el mundo: Zancadas en Dubai
Por Nacho Villalba, corredor popular residente en Dubai para carreraspopulares.com
Son muchos los españoles que viven fuera del país por cuestiones laborales. Y un buen número de ellos son corredores. Uno de esos expatriados es Nacho Villalba, al que su empresa trasladó a Dubai. La familia queda atrás, pero las ganas de seguir corriendo y las zapatillas viajan con él. ¿Cómo es correr en Dubai? ¿Y su peculiar maratón llana y de larguísimas rectas? Nacho nos lo cuenta:
Allá por el 19 de noviembre aterricé en Dubai. Antes de llegar aquí había mirado páginas con rutas para correr, ropa que se permite llevar para correr en un país islámico, etc.
De toda esa búsqueda me quedé con que el club que me cuadraba por su web y por lo que hacía. Eran los Dubai Creek Striders (DCS) . Con ellos contacté vía Facebook y Twitter y, tras varias semanas sin poder correr con ellos, por fin a mediados de diciembre me uní a ellos un viernes a las 5.30AM, para recorrer una distancia de 32 kilómetros. Antes había decidido que no me iba a animar a correr la maratón y que prefería entrenar para bajar de 50 minutos en los 10 kilómetros. Pero tras ese día vi que, aunque me había cansado y al final había caminado algo, ¡había acabado 32 kilómetros! Así que me dije: “corre la maratón e intenta acabarla. Que no puedes, pues no pasa nada, pero al menos no te quedarás con espinita de no haberlo intentado”. Y me apunté a la maratón.
Pero en ese momento quedaban solo ¡5 semanas para la maratón! En plan alocado decidí coger el plan que seguí para la Maratón de Valencia de unas pocas semanas antes. Entonces llega la Navidad y mi ansiado regreso a España para pasar unos días con mis seres queridos, allí me tocaba la prueba de 26kms, de establecimiento del estado físico para ver cómo afrontar la carrera. Tras varios entrenamientos, unos mejores que otros, y unos días con la familia, me toca regresar a Dubai. Quedan 10 días para al maratón y decido que voy a intentar ir a un ritmo de 5.45.
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Correr y cruzar el Creek
Así llegamos al 17 de enero, cuando quedo de nuevo a correr con lo DCS para su tradicional entreno previo a la Maratón, donde nos juntamos 203 personas. Objetivo del día, para los maratonianos, rodar unos 18 kilómetros, y para los que preparan o entrenan 10 kilómetros, rodar unos esa misma distancia, hasta una estación de abras (barcas tradicionales), donde montarnos en ellos y cruzar el Dubai Creek.
Allí conseguimos la asombrosa cifra de 203 corredores, cruzando en 10 abras, el año pasado se logró la nada desdeñable cifra de 193.
Y pasado ese gran día, seguimos preparando los 6 días restantes. Salía del hotel, corría junto al creek (en inglés, río o arroyo) y cruzaba por un paso inferior bajo el creek. Llegaba al otro lado y cruzaba en un abra, para regresa corriendo a casa.
Y nos presentamos ya en la maratón. Cuando llegamos a la zona de la salida, nos encontramos con un grupo de gente de Etiopía ataviados con ropas típicas de allí cantando. Eso no lo había visto en mi vida. Vamos a las zonas de los baños, zona de ropero, etc y vemos mucho ambiente. El hecho de que se corriera el mismo día la Maratón, el 10k y un 3k congregaba allí a muchísima gente.
La larga recta
En la salida me sitúo como casi siempre atrás del todo, en el lugar donde por marcas me corresponde. Y empezamos. No ha habido pistoletazo de salida, o al menos no lo he escuchado, pero la gente se va moviendo, y la carrera arranca. Semanas de dudas y entrenos se verán reflejados en unas horas.
Van pasando los kilómetros de una recta eterna, sin curvas y sin cambios de nivel, a la que temíamos muchos, pero que al final se pasa muy bien. Sobre el kilómetro 32 veo que hacer una marca sub4h se va alejando por pocos, muy pocos segundos, con lo que decido que bajo el pistón y en el avituallamiento del km 37 decido andar un rato y poco después también, tenía la MMP (Mejor Marca Personal) en la mano y decido disfrutar un rato más y agradecer a Dios la fortuna de poder haber corrido y acabado la carrera. En los metros finales no esprinto, pues no tiene sentido para mí, y disfruto los metros finales en los que de verdad, llegar con gente en gradas animando se agradece un montón.
Entro en meta, me santiguo, y miro al cielo y se lo dedico a los que desde allí arriba me ayudan y a mis amigos Alberto y Mateo. Y esto es lo que estoy viviendo de momento en Dubai.