Siempre hablamos de cuándo debemos acudir al fisio mientras preparamos una prueba. Pero, ¿qué ocurre después? ¿Cuándo es conveniente recibir un masaje al finalizar una carrera o competición? ¿Qué tipo de masaje es el adecuado?. Y, si me he lesionado, ¿cuándo tengo acudir a tratarme?
En primer lugar hay que decir que, como siempre, todo depende de cómo acabéis y qué nuevos planes os aguardan. Preguntad a vuestro fisio, que es el que más conoce vuestro cuerpo y vuestra musculatura. Hoy vamos a hablar del tema con un enfoque general.
Si os lesionáis durante la prueba o al finalizar, hay que dejar pasar la fase aguda y así podremos valorar mejor los daños. Por ejemplo en el caso de las lesiones más típicas en competición, que son las roturas fibrilares y los esguinces, es preferible dejar pasar unas 24 o 48 horas, la fase inflamatoria. El cuerpo debe hacer su trabajo y nosotros necesitamos que pase esa fase para poder valorar la lesión, sin inflamación, sin sangrado.
En este tiempo lo ideal es guardar reposo, aplicar un poco de frío y tener paciencia. Debemos respetar los tiempos de recuperación del propio cuerpo antes de ayudarle en su recuperación.
Sin lesión
Si todo ha ido rodado, no hay lesiones, y lo que queréis es recuperar la musculatura lo antes posible para volver a entrenar, os diremos que vayáis con calma. Un masaje tampoco hace milagros y es muy importante dejar que todo el cuerpo se recupere, no sólo las piernas.
El tipo de masaje que aplicaremos esa primera semana, será más bien suave y no excesivamente profundo. Irá encaminado a mejorar la circulación y acelerar el metabolismo. También son muy útiles los aparatos de diatermia profunda, nos ayudan a acelerar el metabolismo sin producir más daño a los tejidos. La recuperación es mucho más rápida.
Tendemos a centrarnos en recuperar la musculatura en las piernas pero, queremos insistir que un corredor es mucho más y el cuerpo (incluidos los órganos) necesita un tiempo para recuperarse bien. Si no respetamos esos tiempos podemos tener un problema mucho más grave que una lesión.