Correr en la era del posconfinamiento
Por Mario Trota para carreraspopulares.com
Quedan pocos días para que podamos salir a correr de nuevo a la calle, si la evolución de la Covid-19 es positiva en España. Significará que está cayendo su incidencia, así que esa será la primera alegría. Pero ya nada será igual. Habremos cambiado como corredores y como personas. Y muchas cosas de nuestro día a día deportivo serán totalmente diferentes. Al menos al principio.
Estoy seguro de que todos, como yo, habéis imaginado cómo será el primer día que volveréis a correr. Y los comentarios virtuales más recurrentes entre los amigos con los que sueles correr son esos que hacen referencia de manera jocosa al ritmo que podréis llevar, más cercano al famoso ´trote cochinero´ que al de vuestra mejor marca en una carrera.
Da igual que hayas hecho mucho deporte en casa, no importa que hayas corrido en cinta. Después de tantas semanas sin correr en la calle habrá que adaptarse y no salir de estampida por el portal en el primer minuto de tu nueva libertad ´runner´.
Porque si lo haces, al primer sprint estarás de nuevo en casa con una lesión. Y no me digas que no sería irónico tener que estar encerrado en casa lesionado cuando todo el mundo puede salir a correr otra vez, ¿no?
Dejemos a un lado cuáles serán las condiciones exactas, si finalmente es el 2 de mayo o algo más tarde. En qué horas del día o de la noche. Si habrá zonas en las que la práctica deportiva se permite más tarde que en otras. Eso es algo que aún no está claro, pero que deberemos acatar y respetar en el momento en que se haga oficial.
Adaptación
Obviemos también de momento cuáles serán las medidas exactas de ´desconfinamiento´ que puedan afectar a los que corremos y en qué plazos se aplicarán, desde que podamos salir a correr el primer día hasta que podamos participar en una carrera popular de nuevo. Es algo complicado de establecer aún.
Pero sí hay algunas cosas que, por los comentarios de las autoridades, lo que se ha visto en otros países y las medidas que se han tomado para otros colectivos (como los niños) acertamos a intuir. Cuando podamos salir a correr posiblemente lo tendremos que hacer solos (al menos no en grupo) por un tiempo limitado, guardando una distancia de seguridad y no muy lejos de casa.
Tocará correr por las calles cerca de casa, si no tienes la suerte de vivir en una zona rural. Será difícil mantener una separación de los dos metros si las aceras van abarrotadas de corredores y paseantes. Tendremos que parar continuamente en los semáforos. No podremos entrar en los parques si están cerrados o precintados. No podremos coger el coche para trasladarnos a ese lugar en el que tanto disfrutamos corriendo. Pero todo esto es lo de menos y el primer día correr en estas condiciones apenas 20 minutos nos sabrá a gloria.
Corredores siempre
¿Y después? Aquí viene lo que más me preocupa. ¿Cuánto tiempo aguantaremos corriendo así A mí me gusta correr solo de vez en cuando, pero soy también un corredor social. Me sentiré raro si no puedo quedar con mis amigos a rodar o con mi grupo de entrenamiento a machacarme con unas series. Y si no puedo luego juntarme con ellos para tomar unas ´cañas´. Una vez más se podrá hacer todo eso de manera virtual. Pero no es lo mismo.
Tendremos que acostumbrarnos a ser corredores sociales virtuales una temporada. A tener precaución para no infectarnos o infectar a los demás. A correr en lugares que quizá detestemos.
Sin embargo, más que un contratiempo será una oportunidad. Será el momento ideal para aplicar todas esas cualidades de las que los corredores presumimos: resiliencia, perseverancia, adaptación a los malos momentos, afán de superación, etc.
Va a ser duro, pero algún día, esperemos que no muy lejano, estaremos de nuevo abrazándonos con nuestros amigos antes de una carrera y tomando algo en un bar con ellos después de cruzar la meta. Y de todo esto que pasemos habremos aprendido la mejor lección: que correr no es un deporte, es una actitud.
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