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Correr y sacrificarse por un amigo

Por Luis Blanco para carreraspopulares.com
Pedro San Antonio, entrando en meta en el CCC del UTMB en Chamonix este verano
Pedro San Antonio, entrando en meta en el CCC del UTMB en Chamonix este verano

Trabaja seis días a la semana, tiene esposa y dos hijos y corre ultramaratones. El último, el CCC del Ultra Trail del Mont Blanc, de 101 kilómetros. Pero aún le queda tiempo para dedicarlo a lo que más le motiva en su vida: empujar la silla de ruedas de su amigo de la infancia Carlos, enfermo de ELA durante 42 kilómetros. Pedro de San Antonio es nuestro nuevo #FilípidesPopular.

Su jornada de trabajo comienza tres días por semana a las 5 de la mañana. Y ese día acaba a la 1 de la madrugada. Son 21 horas seguidas de trabajo, aunque intenta escaparse a primera hora de la tarde a entrenar un rato, cuando acaba de dar las comidas en el bar-restaurante El Berrendero de Coslada, en Madrid. Es un negocio familiar, el más antiguo de esa localidad. " Lo inauguró mi abuelo, luego lo tuvo mi padre y ahora lo llevamos mi hermano mayor y yo", nos cuenta Pedro de San Antonio.

Y ambos se organizan de la mejor manera para no descuidar el negocio: "Trabajamos un día entero cada hermano y al día siguiente trabajamos más o menos medio día, desde las 9 de la mañana a las 17.30 h". "Además, añade, "llevamos la cafetería del tanatorio de Coslada. Así que cuando cerramos en el restaurante tenemos que ir al tanatorio a recoger al camarero que tenemos allí".

Así, de lunes a sábado. Los domingos, afortunadamente para su descanso, cierran. Ese es el día que Pedro aprovecha para hacer las tiradas largas de sus entrenamientos. "Aprovecho para hacer salidas de dos horas, algunas de 50 kilómetros", cuando prepara algún ultra maratón. "Eso es lo más difícil", reconoce.

A pesar de la carga de trabajo, le salen las cuentas para completar los entrenamientos. "Los días que trabajo menos, entreno por la tarde o por la noche. Y los días que trabajo todo el día salgo un rato del restaurante por las tardes, entre las 16.30 y las 18.30, más o menos".
Pero todo eso hay que combinarlo con la vida familiar. Pedro tiene dos hijos: una niña de 9 años y un niño de 8. "Les gusta mucho viajar a las carreras. A mi mujer no le gusta tanto. Ir a maratones sí, pero no lo pasa tan bien en los ultras, porque son carreras en las que se pasan 18 o 20 horas esperando".

Hasta ahora, desde que se aficionó a correr largas distancias, ha participado en los 101 kilómetros de Ronda, los 10.000 del Soplao, el CCC del UTMB de 101 kilómetros y la Madrid-Segovia, donde repetirá este próximo sábado 20 de septiembre.

Además, participa en otros muchas carreras, entre ellas maratones, aunque su inicio en ellas fuera casi por casualidad. Lo que le mueve es realmente "correr, correr y correr". "No me mueven las marcas, o hacer un 10.000 muy deprisa. Eso no va conmigo. Sólo quiero acabar y disfrutar", sentencia.

Pedro y su amigo Manuel, con Carlos Espada en la silla de ruedas durante una carrera
Pedro y su amigo Manuel, con Carlos Espada en la silla de ruedas durante una carrera

Por su amigo

Pedro corría desde siempre, pero nunca se había puesto un dorsal, hasta que corrió su primera maratón, en Praga. Y ese día comenzó el reto deportivo más especial de su vida, porque fue la primera vez que corrió empujando la silla de ruedas en las que está postrado desde hace varios años su amigo de la infancia Carlos Espada.

"Nos conocíamos desde niños", rememora Pedro. "Nuestras mujeres se hicieron amigas. Él tiene dos hijos como yo. De joven yo era ciclista, y él era karateka, le gustaban más las artes marciales".

Hace siete años, a Carlos le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). "Fue un palo para todos los amigos, pero decidimos que había que seguir adelante". La enfermedad degenerativa fue debilitando los músculos de Carlos, hasta que acabó en una silla de ruedas con casi todo el cuerpo inmovilizado y perdiendo el habla.
"Yo llevaba mucho tiempo corriendo", relata Pedro, "aunque nunca había participado en una carrera. Pero me apetecía hacer un maratón, y me veía preparado para ello".

Escuchó un anuncio en ABC Punto Radio. Era un concurso para viajar gratis a correr el Maratón de Praga, que incluía plan de entrenamiento por parte de un profesional. Envió una foto de su despedida de soltero en la que salía con Carlos y explicó que quería correr esa maratón por su amigo. Le escogieron y fueron a Praga. Esa fue su primera maratón, y la primera llevando a su amigo Carlos hasta la meta. Desde entonces, ha hecho 5 maratones más, todas con su amigo en la silla de ruedas, acompañados de los amigos y compañeros que ya forman el denominado Team Espada.

"Carlos pertenece a la multinacional Everis", explica Pedro. "Cuando surgió lo de Praga, allí se empezó a mover todo. Tan sólo 15 días después de participar en la Maratón de Praga corrimos la Maratón de Madrid".

Cruzando la meta del Maratón de Praga en 2012
Cruzando la meta del Maratón de Praga en 2012

El Team Espada

Pero, ¿cómo son los entrenamientos con Carlos para un Maratón? "Con él entrenamos dos o tres semanas antes. Hay que ver cómo reaccionará a estar tantas horas en la silla, ya que le produce llagas. Tenemos que ver cómo le atamos las piernas y los brazos". Tanto tiempo sentado en la silla en movimiento le produce a veces heridas y dolor en el cuello. Todo eso se prueba, pero el entrenamiento principal es unas semanas antes de la carrera, cuando suelen rodar unos 30 kilómetros ese día.

Aunque las cosas en carrera pueden resultar más complicadas. En el último Maratón de Madrid tuvieron que llevar una silla de bebé accesoria donde llevaban todo el material de asistencia. "Carlos, además de estar operado del estómago, tiene una traqueotomía. Llevamos una máquina que le insufla el aire y le ventila y otra para aspirarle la saliva. Es una odisea correr con él".

Pero todo el sufrimiento merece la pena. No sólo para Pedro, sobre todo para Carlos. "El ha cambiado", cuenta. "Las carreras las vive, las disfruta. Además, es muy emocionante correr con él. La gente te aplaude, los corredores se vuelven locos al verte a su lado. Él lo disfruta mucho". Y Pedro confirma que esos momentos son de emoción y alegría para Carlos.

"La enfermedad es muy dura, y le ha hecho separarse de su mujer, así que ha perdido parte de su contacto con sus propios hijos. Así que los días de carrera, la madre nos deja a los niños y éstos nos esperan unos metros antes de la meta, para entrar a nuestro lado. Eso a él le hace seguir adelante".

Pedro no se quiere olvidar de todo el Team Espada , sobre todo de Manuel Domínguez, compañero de Carlos y que se releva con Pedro para empujar la silla en las carreras. También quiere mencionar a su gran amigo Antonio "Pancho, que les acompaña en los maratones y les asiste en el avituallamiento y las paradas técnicas para asistir a Carlos.

Pedro ya piensa en sus próximos retos. En solitario, la Madrid-Segovia del sábado 20 de septiembre. Con el Team Espada buscan culminar su séptimo maratón el próximo 30 de noviembre, en San Sebastián. Y quiere dedicar cada vez más tiempo a correr con Carlos. "Me gustan los ultras, pero quiero seguir aprovechando el tiempo para correr a su lado y dedicárselo a él. Ya tendré tiempo de correr solo".


IMPORTANTE: Si conoces a algún corredor como Pablo, cuya historia crees que debemos contar, mándanos un email a: [email protected]

SOBRE EL AUTOR

Luis Blanco
Periodista.<BR>Director de <b>A tu Ritmo</b>

www.correaturitmo.com


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